viernes, 17 de abril de 2015

La decepción...

Queridas lectoras:

No seré yo, ¿verdad? las que os descubra que la gente decepciona. Vale, lo reconozco, yo también, y puede que la primera. La decepción es un ser abstracto que podemos aplicar no sólo a los seres más cercano sino a la vida en general. ¿Te ha decepcionado la vida? ¿Cuándo veniste al mundo pensante que todo iba a ser genial? ¿Quién te prometió lo contrario? Nadie.

Quizás el asunto no sea si la vida nos decepciona, pero más bien, si nosotros nos decepcionamos a nosotros mismo creyendo que la vida va a ser como nosotros queramos. Y no nos damos cuenta de que la vida es como ella misma se dibuja y nosotros unos meros colaboradores que hacemos que los colores sean más claros o más intensos. Pero nada más. 

La vida no me decepciona. Me decepciona y me disgusta el hecho de crear héroes. Los héroes no existen. Ya nos lo dijeron en el colegio y en la infancia. Por lo tanto, ¿por qué creer en el príncipe de nuestros sueños? ¿por qué en las gentes con promesas electorales? ¿por qué, y por qué? porque somos humanos y necesitamos creer. Si a ese creer va unido, el desengaño... Séneca, que me quede escéptica como soy. 

¡Un saludo afectuoso!

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